La Ciudad lanza iniciativa para reducir casos de suicidios y autolesiones en las cárceles locales

October 28, 2014

Hubo ocho suicidios y 2,514 incidentes de autolesiones de 2007 a 2011 en Rikers Island, la prisión más grande de Ciudad de Nueva York


NUEVA YORK – La administración del alcalde Bill de Blasio anunció hoy planes para implementar mejoras cruciales al sistema para reducir las tasas de suicidio y autolesiones en los reclusos en prisiones de la Ciudad de Nueva York. Financiado con una subvención de $400,000 del Instituto Nacional de Justicia (National Institute of Justice o NIJ, en inglés), el Departamento de Corrección (DOC, en inglés), el Departamento de Salud e Higiene Mental (DOHMH, en inglés) y el Instituto Vera de Justicia emprenderán un proyecto de tres años para estandarizar la revisión de casos de suicidios o autolesiones en reclusos y documentar lo que se puede hacer para reducir la probabilidad de que ocurran nuevamente.

“Esta revolucionaria iniciativa hace de la ciencia una parte integral de la forma en que diagnosticamos y arreglamos todos los fallos del sistema”, dijo Elizabeth Glazer, directora de la Oficina de la Alcaldía para Justicia Penal (Mayor’s Office of Criminal Justice, en inglés). “Al hacerlo, esta colaboración nos permitirá proteger mejor a quienes custodiamos”.

“Con demasiado frecuencia en las instituciones correccionales, ocurren sucesos violentos de alerta que podrían haber sido evitados”, dijo Joseph Ponte, comisionado del Departamento de Corrección. “Esta colaboración de tres años con Vera y el Buró de Servicios de Salud Correccional del Departamento de Salud ofrece la facultad de estudiar las causas de estos incidentes trágicos para que podamos reducir su prevalencia y mejorar la seguridad de todos aquellos que están en nuestras cárceles”.

Los incidentes de suicidio, intentos de suicidio y otras acciones de autoagresión que pueden resultar en lesiones graves son llamados “sucesos de alerta” (“sentinel events”, en inglés). En la actualidad, el Departamento de Salud tiene un enfoque sistemático para revisar cada caso de suicidio que ha mantenido las tasas de suicidio en el sistema carcelario municipal bien por debajo del promedio nacional pese al aumento en las acciones de autoagresión.

“El Departamento de Salud es responsable de proveer servicios médicos y de salud mental a los pacientes en las cárceles de la Ciudad, y siempre estamos buscando mejorar la labor que realizamos”, dijo la Dra. Mary Bassett, comisionada de Salud. “El suicidio es una tragedia, y sabemos que también es evitable. Esperamos trabajar unidos para identificar entornos de alto riesgo para que podamos reducir las autolesiones y los suicidios”.

Con orientación de expertos nacionales en atención médica y sistemas correccionales, el proyecto: 

  • Analizará componentes de procedimientos actuales de la Ciudad para revisar los suicidios en las prisiones y los extenderá a casos de graves autolesiones;
  • Diseñará un proceso que mejora la colaboración entre personal del Departamento de Corrección y el Departamento de Salud e Higiene Mental al realizar revisiones y abordar problemas sistémicos;
  • Incorporará las mejores prácticas de medicina comunitaria para desarrollar un proceso más completo que pueda ser replicado en toda la nación para revisar incidentes de suicidio e intentos de suicidio en entornos correccionales, y para desarrollar planes de acciones correctivas.

“El suicidio, las autolesiones y la violencia en las prisiones son problemas que se intersectan y ponen en peligro y traumatizan a los reclusos y el personal, y perpetúan ciclos de daños en las instalaciones correccionales”, dijo Jim Parsons, director de Investigaciones de Vera. “Este estudio creará un proceso para atender un asunto que conlleva enormes costos humanos y sociales, y ayudará a salvar la brecha entre los sistemas correccional y sanitario”.

El programa de tres años utiliza una metodología empleada eficazmente en otros contextos. Por ejemplo, los hospitales realizan usualmente revisiones de sucesos de alerta, por ejemplo, en incidentes de errores quirúrgicos o suicidios de pacientes internos, para que el personal pueda examinar las circunstancias que condujeron al evento, aprender donde fallaron los sistemas, identificar causas subyacentes y desarrollar medidas de protección para evitar que vuelvan a ocurrir. En entornos sanitarios, estas medidas de protección incluyen la institución de listas de pasos para reducir errores, invertir en equipos avanzados y soluciones de tecnología informática que facilitan un mejor seguimiento a los pacientes y sus necesidades médicas. Revisiones similares son utilizadas en industrias de alto riesgo como la aviación, la energía nuclear y operaciones militares.

Para recibir la subvención, Vera compitió exitosamente en la solicitud hecha por el NIJ de “Investigación sobre ‘Sucesos de alerta’ y Errores del sistema de justicia penal”. Para más información sobre el NIJ, por favor visite www.nij.gov.

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